Pedro Juan Caballero - 09 de June de 2023 |
Sin importar si fue mejor o no, ya que cada uno vivió su época como la mejor, sin tener idea de cómo serían los años venideros, ni mucho menos que nuevos inventos tecnológicos irían a formar parte de nuestras vidas y convertirnos en dependientes de ellos, quiero recordar en este breve relato, una época dorada en la que me ha tocado vivir, recordando de cuando escuchábamos música en discos de vinilo y cintas cassette.
A diferencia de los momentos modernos que estamos viviendo, donde somos celular e internet dependientes las 24 horas del día, las músicas que hoy escuchamos a través de plataformas o aplicaciones múltiples digitales, la cantidad que queramos, lo hacemos sin tener que para ello estar cambiando a cada momento el disco de vinilo o dar la vuelta la cinta cassette. Hoy podemos programar músicas sin límites.
En las décadas que fueron parte del siglo XX, para ser más preciso, a partir de los años 20 hasta finales de los 90 y el primer lustro del siglo XXI, para escuchar música se necesitaba un tocadiscos, muchas veces 3 en 1, es decir, radio, casetero y tocadiscos, al comienzo de 78 RPM, luego de 33 RPM, a lo que más adelante se le sumó el reproductor de cintas cassette; la radio de hecho ya existía y era la mayor fuente de difusión musical.
Como recordarán quienes hoy peinan canas, o quienes las tiñen, en el caso de las damas, los discos de vinilo que lanzaban algún cantante solista, un dúo, un trío, un cuarteto, orquesta o banda musical, contenían no más de 12 canciones en dos lados, A y B, con 6 canciones de cada lado, al igual que la cinta cassette. Por dicho motivo, debíamos escuchar el Lado A y luego dar la vuelta para escuchar el Lado B, aunque hay un detalle, como por lo general, de las 12 canciones, solo eran de nuestro agrado 2, 3, a lo máximo 4 músicas, nos la pasábamos escuchando y cambiando de disco seleccionando nuestras canciones preferidas. Algunos más expertos, seleccionaban las 12 canciones de su preferencia y las grababan en una cinta cassette virgen, de preferencia, de la marca TDK, el mejor.
A fines de los 90, y partir del nuevo siglo, aunque aún sin mucha difusión, aparecieron los discos compactos o CD’s (ci di), por su pronunciación en inglés, que tenían la capacidad de almacenar en formato WAV 24 a 25 canciones, y en formato MP3, hasta 250 canciones, y a veces más con la aparición del MP4 y el DVD. Estos CD’s, eran la última palabra en materia fonográfica, los artistas grababan y lanzaban a montones nuevas grabaciones y álbumes, era sin dudas lo último, nadie se imaginaba lo que vendría más adelante.
De un día para otro, hizo su aparición un diminuto elemento, capaz de almacenar una gran cantidad de canciones, su capacidad era medida en Gigabytes, primero de 1 Gb, y actualmente hasta de 50Gb, al que le dieron la denominación de Pendrive, y con esta aparición, los CD’s quedaron prácticamente en el olvido. Hoy día, existen dos maneras prácticas de escuchar música por horas sin tener que cambiar el disco o dar la vuelta una cinta cassette, la primera, es grabar en un Pendrive una selección interminable de músicas que nos gustan, o bajar una aplicación, por ejemplo Spotify, seleccionar en la computadora o el celular las que queremos y listo.
Como podrán apreciar, ahora todo es mucho más fácil y practico, pero, porque siempre debe haber un pero, que lindo era poder comprar el último disco de nuestro grupo o cantante preferido, colocarlo en el plato del giradiscos, echar con gran precisión la púa en el inicio del surco donde estaba la música que queríamos escuchar primeramente, o hacerlo desde el inicio escuchando todas, primero del Lado A y luego del Lado B.
Finalmente, para tener una idea de lo que le costaba a un DJ animador de fiestas andar acarreando los discos de vinilo, mínimo 200 o 300, a veces más, para poder tener de todos los géneros musicales, Nuchi Mora y su hermano Toñi, de “Nuchi Son”, necesitaban un pequeño acoplado enganchado al vehículo para transportar las cajas que contenían los discos. Tal vez algunos de ustedes se pregunten, y hoy, ¿cómo lo hacen?, muy sencillo, llevan las miles de músicas en bolsillo o colgada al cuello dentro de un pendrive de 36 Gb, o mejor y muchísima más cantidad en un disco externo de 12 x 12 cm, de 1 o más terabytes, equivalentes a 1.000 gigabytes por cada tera.
Alejo A. Mendieta Ch.