Pedro Juan Caballero - Tuesday, 23 de April de 2024 |
“Él no le debe a nadie ni nadie le debe a él, tampoco nunca hemos recibido amenazas, es por eso que siempre nos sentábamos con mi marido enfrente de nuestra casa, no teníamos nada que temer”, fueron las afirmaciones de la abogada Silvina Figueredo.
"Le pedía a la Virgen de Caacupé que lo proteja"
Recordando los minutos de terror que le tocó vivir y respecto a la reacción de su marido, dijo que mientras el sicario le disparaba ininterrumpidamente a su marido, éste le pedía en guaraní a la Virgen de Caacupé que no deje que lo mate, “anike rehejá koa che juká” (“no dejes que éste me mate”), era lo que decía su marido quien acusó 8 de los aproximados 15 disparos efectuados por el sicarios, sin que hayan afectado órganos vitales lo que permitió que salga con vida del feroz atentado.
Agregó que el sicario dejó de disparar contra su marido y huyó del lugar a bordo de la misma motocicleta en la que llegó acompañado de un cómplice, solo porque se le acabaron las balas, y recordó que las primeras balas pasaron a no más de 20 centímetros de su cuerpo ya que estaba sentada bien pegada a su marido.
No arrancó la patrullera
Su marido fue inmediatamente auxiliado por familiares y vecinos que lo trasladaron a un centro asistencial privado ubicado en las cercanías del lugar, en tanto que la patrullera de la Policía que había llegado al lugar, al disponerse a llevarla al hospital en donde fue trasladado su marido, vaya sorpresa, simplemente no arrancó.
Amambay Digital